Desde que tengo 12 años que he querido ser como Olivia Newton-John en la escena final de Grease. Recuerdo perfectamente incluso cómo me vestí aquel 25 de septiembre de 1978 para ir a verla al cine, sé que en algún lado aún tengo guardada la entrada. Era para mayores de 14 años y tenía miedo de que no nos dejaran pasar porque aún no llegaba a la edad exigida. A mi hermana, que sí la superaba, le pedí que me dejara un colgante para hacerme más «chica», ja, ja, como si un colgante en mi cuello me hiciera crecer. Siempre aparenté menos edad de la que tengo y, en este caso, eso era una gran desventaja… al menos, a partir de los veintitantos, aparentar menos sólo fueron ventajas para mi.

Aquel día vi la peli junto a unas amigas y me quedé anonadada ¿porqué no serían en los institutos España las cosas tan molonas como en los High Schools de Estados Unidos? ¡¡¡¡Yo quería un baile de esos en el gimnasio, en el que todos se acicalan de fiesta y las chicas llevan flores en la muñeca y faldas de amplio volúmen con can-can o petitcoat!!!!!

Recuerdo también que, por aquella época, ponían en televisión un anuncio de barra de labios de la marca insignia de mi adolescencia, Margaret Astor (ahora simplemente se llama Astor). Un chica parecidísima a la protagonista de Grease llega en una moto toda vestida como Olivia, se mira en el espejo retrovisor de la misma y se pinta los labios de rojo para girarse, mirar a la cámara y sonreir. ¿Yo quiero ser así! Estoy deseando tener edad suficiente para poder pintarme los labios y vestir de cuero!!! Pensaba yo por aquella época.

Y mi obsesión por aquel look y aquella película que marcaron mi vida nunca se fue, ni aún hoy en día. Cuando cumplí los 18 decidí hacerme una permanente para parecerme a Sandy. Y menudo desastre me hicieron. Siempre que pongo la foto aviso de que da pavor, pero, en el fondo, creo que da más bien risa. Como véis, esta foto, que pertenece a la orla de cuando acabé el COU, dista mucho de ser la de Sandy cuando acabó el High School.

Nunca logré que me hicieran una permanente que me quedara ni remotamente parecida al rizado que yo quería. En otra ocasión, de las tres permanentes que me hice en mi juventud (nunca más), incluso hubo una peluquería que en la que consiguieron que sangrara mi cuero cabelludo con los líquidos de la permanente… Después de dejarme el pelo frito, más parecido a Michael Jackson en su etapa disco-afro que a la atractiva Sandy, ante mis quejas, se rieron de mi y tuvieron la desfachatez de decirme: «Para que te parecieras a ella habría que cambiarte la cara». Nunca he sido una ilusa y siempre he sabido que yo no tengo ese atractivo de Olivia Newton-John, pero de ahí a burlarse de mí así… Hoy en día hubieran recibido una denuncia de consumo por mi parte, por los malos tratos psicológicos y el sangrado, pero cuando yo tenía esa edad ni me imaginaba que tenía ese derecho a denunciar el trato obtenido en aquella peluquería llamada «Santiblanc». A cambio, me pasé llorando una tarde entera. Me acuerdo de lo mucho que me alegré el día que cerró. No es broma, pero fue una alegría amarga.

Desde hace unos años tengo un canal de YouTube en el que comparto videos con vosotros y, sobre todo, me gusta compartir videos sobre mis disfraces. Ya al poco de abrirlo decidí que uno de mis videos iba a ser sobre Grease. Pero fueron surgiendo oportunidades de hacer otros (Raffaella Carrá, Janis Joplin, Salomé…) y este lo fui dejando… hasta junio pasado. Fueron varios días de planificación, de buscar la ropa, de escribir las nuevas letras para las canciones, de ver la película de nuevo para refrescar todos los recuerdos… hasta decidí no usar pelucas, aunque las tengo, y cortarme la melena más corta de lo normal en mí sólo para este video. Me pareció oportuno que la transformación fuera doble, en los dos tipos de Sandy, la angelical y la rockera, pues mi pasión por el personaje es tal que ya no se limita a la Sandy de pelo rizado. Además era un reto. Filmé un día la transformación en la Sandy angelical y los trozos del final en el que interactuaría con la Sandy Rockera. Una semana después pude encontrar el tiempo para filmar la parte de la Sandy más molona vestida de negro. Y luego se quedó en mi cámara de video durante el verano, esperando a que en septiembre pudiera ponerme con la larga edición.

Tras muchas semanas de trabajo hecho con cariño y pasión (y dedicación y determinación) pude colgar el video en YouTube, dividido en cuatro partes, más el extra de cómo se hace la diadema de la Sandy angelical. Está grabado en inglés, pero todo está subtitulado o traducido al español (las letras de las canciones en la caja de descripción del video de YouTube). Tuvo que ser así «troceado» porque el copyright de las canciones de Grease no lo tengo, aunque yo escribiera la letra, no escribí la música.

Me gustaría que los vierais para que quizá os haga sentir un poco Sandy a vosotros también, si yo con 46 tacos y después de tanto soñarlo puedo sentirme así, las que tengáis mi edad podréis también, y las que sois más jóvenes… ¡aprovechad vuestra ventaja!!!

Arriba del todo de este texto tenéis el primer video de esta serie, estos son los siguientes

 

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